Frontón Beti Jai
En el centro del Distrito de Chamberí se esconde el frontón más antiguo de España, y además el más grande de todo Madrid.
Si hacemos zoom en el mapa de Madrid, en el céntrico Distrito de Chamberí se puede observar un edificio singular, con forma semi-elíptica ocupando el patio de manzana del número 7 de la calle Marqués de Riscal.
Se trata del frontón más antiguo de España, y además el más grande de todo Madrid.
Este año el Ayuntamiento de Madrid ha sacado entradas gratuitas para poder descubrir esta joya arquitectónica poco conocida por los madrileños. Si no consigues entradas para visitarlo no te preocupes, en este artículo te contamos un poco de la peculiar historia de este proyecto.
Historia del Beti Jai
A finales del Siglo XIX, la entonces regenta de España, María Cristina de Habsburgo traslado su lugar de vacaciones a San Sebastián. Será allí donde se aficiona al juego de moda en el País Vasco, la pelota vasca, y además de ella, toda la aristocracia que viajaba con ella. Era un juego que había pasado del mundo rural a nivel profesional, muy asociado con grandes apuestas.
Un juego que había pasado del mundo rural a nivel profesional, muy asociado con grandes apuestas.
Es por ello que, en este momento, el empresario José Arana decide construir el Beti Jai, “siempre fiesta” en esukera, contratando al arquitecto Joaquín de Rucoba para el diseño y construcción, inaugurándose el 1984. En esta época se llegaron a construir hasta 7 frontones en Madrid, pero ninguno llegó a ser tan grande como el Beti Jai, con aforo de hasta 4.000 personas.
Sin embargo, tan rápido como subió el auge de este deporte bajo a los pocos años, en 1919. Se podría decir que murió del éxito; es difícil mantener un deporte con partidos diarios donde los espectadores apostaban mucho dinero.
Es entonces cuando empiezan una serie de usos muy dispares de este edificio que los han mantenido hasta la actualidad. Desde taller de Harley Davidson, a Centro de Ensayos de Aeronáutica del ingeniero Leonardo Torres Quevedo, como centros de exhibición ecuestre, escuelas militares o lugar donde celebrar mítines políticos. Durante la Guerra Civil fue utilizado como comisaría y cárcel, y luego se utilizaría como lugar de ensayo de bandas falangistas.
Tras finalizar la guerra se tapiaron las gradas transformando el edificio en oficinas, y al cabo de los años pasaría a ser un garaje, albergando una gran nave donde antes estaba la cancha, y el edificio en altura como viviendas a modo de corrala.
Al cabo de los años el frontón se abandonó, y aunque durante en sus últimos años hubo riesgos serios de ser derruido por diversos propietarios, en 2009, el Ayuntamiento de Madrid, promovido por la plataforma Salvemos el Frontón Beti-Jai de Madrid, expropia el edificio a sus propietarios, por 30 millones de euros, y fue declarado Bien de Interés Cultural por la Comunidad.
Estilo Arquitectónico
El Frontón Beti Jai se sitúa en una parcela de 3609 m², y el edificio consta de 10 800 m² construidos. La construcción se puede dividir en dos partes muy diferenciadas, dando a la Calle del Marqués de Riscal nos encontramos con un edificio de estilo neoclásico, muy característico de los edificios que se estaban construyendo en la misma época en el Distrito de Chamberí. Sin embargo, el edificio graderío, con planta semi-elíptica de 5 alturas, tiene un estilo neomujedar, construido con fábrica de ladrillo y los característicos arcos ciegos, lo cual se aprecia muy bien desde el callejón que otrora daba acceso a la cafetería del fondo de la parcela.
El Frontón Beti Jai se sitúa en una parcela de 3609 m², y el edificio consta de 10 800 m² construidos.
Cuando accedemos al impresionante vacío del interior, donde se situaba la pista de juego, se puede ver que las graderías están conformadas por columnas y barandillas de hierro, estilo muy característico en el s.XIX.
En la actualidad, en paralelo a esta arquitectura de hierro, pintada de blanco, podemos distinguir una subestructura de tono rojizo, tanto columnas como vigas curvas, que sirven para reforzar todo el edificio.
Esta restauración, actualmente parada, ocurre después de la convocatoria de un concurso de ideas organizado por el Ayuntamiento de Madrid junto al Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, para saber qué se podría hacer en este espectacular edificio.
Puedes ver las propuestas ganadoras aquí
Sin embargo, al tratarse de un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural, el TSJM tumbó el proyecto de cubierta que proponían los ganadores del concurso.
En la actualidad se encuentra en la fase de restauración del edificio, y se tiene intención de terminar las obras para poder tener un edificio municipal donde albergar eventos culturales como ferias, conciertos o cines de verano. Esperemos que ese momento llegue pronto y compartir todos esos eventos en Sparker.